Muchos de nosotros en algún momento de nuestra vida nos hemos sentido fuera de lugar, intentando encajar en un lugar que ni siquiera nos gusta, haciendo algo que no nos agrada, intentando con todas nuestras fuerzas formar parte de algún grupo y no hablo sólo de la adolescencia, de adultos también nos ocurre y para ello actuamos de manera contraria a como nos gustaria realmente.
Hasta que un día te das cuenta que ya no quieres seguir esa dinámica, estas cansado/a de fingir, ya que te vas destruyendo casi sin darte cuenta, volviéndote alguien que no eres, intentando ser quien deberías, perdiendo la sonrisa, perdiendo tu identidad o incluso descubriendola por primera vez,
y entiendes que tienes que pagar el precio de ser diferente.
Un precio caro pero que te llevará a ser feliz a largo plazo, donde no importa lo que piensen otros, donde a pesar de todos los tropiezos y faltas de confianza hasta de tu familia incluso hasta la falta de confianza de ti mismo...
Si a pesar de todo seguiste adelante llegarás a donde quieras, consiguiendo lo que te propongas tarde o temprano porque no fracasa quien se equivoca sino quien abandona.
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